Parece mentira que un ex-ministro socialista cambie el nombre de una calle como la del General Sueiro, del que ni dios se acuerda, por muy fascista que fuera (que lo era), por la de un santo y que éste sea Jose Mª Escribá, del que solamente recordar su nombre, por muy santo que fuera (que lo dudo), te hacen rechinar los dientes.
Andémonos con cuidado, porque, al parecer, quieren también canonizar a Franco (o eso se decía) y pudiera ser que éste nombre apareciera en alguna otra calle de Zaragoza, por un extraño viraje del Alcalde, Belloch. La Expo. estuvo bien, pero que no se le vaya la olla, que no fue para tanto. J